1. Agradezco que, con tus preguntas y comentarios, des vida a este espacio. Al enviarme tus dilemas, me estás otorgando el derecho de publicarlos de forma anónima.
2. Utiliza seudónimos, no nombres reales.  Tu información personal permanecerá confidencial.
3. Es muy importante incluir los detalles y contexto relevantes de tu situación, idealmente en 300 a 500 palabras. Esto me permitirá entender mejor tu caso y darte una opinión más certera.
4. Las consultas recibidas podrían editarse para darles mayor claridad de lectura, sin cambiar hechos ni el mensaje en su esencia.
5. No respondo las consultas en ningún orden en particular ni con fechas establecidas. Por favor, no reenvíes la misma consulta reiteradas veces.
6. En el asunto del correo, coloca un título que describa tu caso de la forma más clara posible. Esto me ayudará a orientar mejor tu consulta.
7. Si escribes en nombre de alguien más, considera pedirle que él/ella envíe su propia consulta. Es mejor abordar los conflictos en primera persona.
8. Recuerda que lo que encuentras aquí son opiniones y perspectivas subjetivas, no verdades absolutas. Mi intención es brindarte mi mejor opinión de acuerdo a mi experiencia y al sentido común, pero tú eres el experto en tu propia vida. Toma únicamente lo que te resuene y sea de utilidad. 
9. Quizás esté de más decir (o no) que  este no es un servicio para situaciones de emergencia ni de terapia en línea. Si estás atravesando una crisis emocional grave, busca la ayuda de profesionales especializados.

No pretendo tener todas las respuestas, sólo darte un espacio más de reflexión conjunta sobre estos dilemas cotidianos que nos tocan vivir. 🙂