Hola, quiero contarte mi dilema personal porque necesito tu orientación ya que no sé realmente cómo manejarlo.
A mis 52 años, me diagnosticaron cáncer de seno; fue una noticia devastadora que nunca esperé, ya que no tengo antecedentes familiares ni factores de riesgo conocidos.
Mi mundo se tambaleó y tuve que enfrentar un camino difícil de tratamientos, efectos secundarios, gran desgaste emocional e incluso económico.
Ha sido un viaje muy difícil, aunque afortunadamente conté con el gran apoyo de mi familia y amigos. También recibí terapia psicológica durante el proceso.
Después de este tiempo difícil logré “vencer” al cáncer, como usualmente se dice. Desde entonces, mi recuperación ha sido casi completa.
Aun así, esta dura experiencia me hizo replantear mis prioridades en la vida y valorar lo verdaderamente esencial: la salud, el tiempo con mis seres queridos y especialmente mis sueños personales. ¡Ciertamente, APRENDÍ A VIVIR EN EL PRESENTE!!
Pero todavía no puedo “agradecer” esa enfermedad…
Escucho a otras sobrevivientes decir que es “lo mejor que les ha pasado” por las lecciones de vida aprendidas, pero yo todavía no siento eso.
Claro que estoy agradecida por estar sana y viva, y aprecio mi renacimiento con una nueva perspectiva, pero todavía no considero que esta haya sido una experiencia “positiva” en sí misma.
Aquí surge mi dilema: una de las doctoras del hospital donde recibí el tratamiento me ha invitado varias veces a visitar algunos centros oncológicos para compartir mi experiencia con otras pacientes y sus familiares.
Ella me ayudó mucho con los engorrosos aspectos administrativos de mi tratamiento; conoció bien mi caso, y cree que mi historia podría inspirar a otros.
El asunto es que, si bien reconozco que mi testimonio podría ayudar a muchas personas, no me siento preparada aún para revivir esos momentos tan duros asistiendo a esos hospitales y entornos que me recuerdan la enfermedad.
Incluso, durante mi proceso asistí pocas veces a los grupos de apoyo que recomiendan, porque en lugar de sentirme acompañada, me sentía más deprimida.
Ver a otras personas pasando por lo mismo y escuchar sus historias desgarradoras me afectaba negativamente.
Cuando me sentía mejor, prefería reunirme con amistades ajenas a ese entorno y hablar de otros temas para distraerme. No es por un asunto de negación sino de autoayuda.
Sin embargo, me siento egoísta y culpable por no querer aceptar la invitación, pues sé que podría inspirar a otros.
Me preocupa que los demás piensen que soy egoísta o malagradecida.
Me gustaria tomar una decisión con convicción, sin sentirme obligada por culpa o pena, pero tampoco por egoísmo. Por favor, ayúdame con tu opinion porque mi mente está hecha un nudo.
*Sana y culpable*
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Mi amiga sana y no culpable,
Dar la bienvenida a una nueva vida después de superar el cáncer es sin duda un renacer invaluable. Has atravesado una prueba desafiante y te has liberado de miedos y ataduras.
Esta valiosa perspectiva vital no debe desaprovecharse, pero tampoco debes sentirte presionada a seguir ningún guión o convertirte en «ejemplo de lucha» si no es tu deseo, ni ahora ni después.
Siempre ha llamado mi atención que muchas sobrevivientes sienten ese impulso casi inmediato de convertirse en «ejemplos motivacionales», ayudando y alentando a otros con su experiencia.
Aunque esa intención sea honesta —en la mayoría de casos—, no siempre se dan el tiempo necesario para sanar más allá del aspecto físico.
Ser vista como una «guerrera» y relatar públicamente tu historia pudiera ser catártico, pero percibo que tu proceso sanador no va por ahí.
¿Sería “egoísmo” entonces, alejarte de lo relacionado al cáncer de seno?
Yo creo que no. Has atravesado un tremendo desafío física, emocional y espiritualmente.
Aunque ha pasado tiempo desde tu remisión, no te sientes preparada para revivir abiertamente esos momentos dolorosos.
No es cuestión de tiempo, sino de honrar y respetar tu proceso integral de sanación a tu ritmo.
Después de lo que has enfrentado, eres tú quien necesita fortalecerse en todo sentido.
¡No debes nada a nadie… sólo a ti misma!
🎗 Deja abierta, si quieres, la posibilidad de compartir tu historia cuando te sientas genuinamente preparada, sin presiones externas.
Nadie más que tú sabe cuándo estarás preparada para abrir esa puerta.
Y si eventualmente eliges hacerlo, tus palabras brotarán con autenticidad y propósito, tocando los corazones necesitados en el momento adecuado, tanto para ti como para ellos.
La mayoría de nosotros repetimos, casi sin ser conscientes, que «el tiempo es un tesoro», pero tú lo sabes por experiencia.
Mi recomendación es enfocarte en fortalecerte y disfrutar esta nueva etapa, no en complacer expectativas ajenas.
Reconocer tus sentimientos encontrados te permite explorar tus motivaciones reales. Si realmente desearas colaborar ahora, no tendrías dudas.
Tu bienestar y autocuidado emocional es tu prioridad.
Aquello que te haga verdaderamente feliz será tu guía en este camino. No te abrumes por los juicios externos. Si los demás no entienden tu postura, no tienen por qué entenderla.
Deseo que avances con renovada salud y paz, mientras celebras tu vida, ¡tu nueva vida! 💗
🔴 DEL KIT S.O.S.
PARA TI, QUE APRENDISTE DE NUEVO A VIVIR, TE DEDICO ESTA CANCIÓN.